Grasas saludables
Alimentos como la mantequilla de cacahuete y frutos secos como las nueces, almendras, anacardos y pistachos, nos ayudan a dormir mejor.
Proteínas magras
Alimentos como el queso bajo en grasas, el pavo, el pollo o el pescado nos ayudan a dormir mejor. Hay que evitar los quesos grasos, las alitas de pollo fritas o el pescado frito, ya que tardan más en digerirse y por tanto nos mantienen más tiempo despiertos.
Hierbas aromáticas frescas
Hierbas frescas como la salvia y la albahaca contienen componentes químicos que reducen la tensión y tienen un efecto calmante en el organismo, lo que nos ayuda a dormir mejor.
Hidratos de carbono complejos
Alimentos como el pan integral, cereales, pasta arroz o galletas integrales nos ayudan a dormir mejor.
Bebidas
Bebidas como la leche (templada) o las infusiones de hierbas como la manzanilla, la valeriana o el poleo, nos ayudan a dormir mejor.
Hay que evitar las patatas fritas o cualquier aperitivo alto en grasas ya que no ayudan a promover un sueño saludable.